Bizcocho de avellanas y chocolate en moldede nordicware

Mi época favorita del año, a excepción de la Navidad que se lleva la palma, es el otoño, hace una temperatura perfecta, la luz es preciosa y aún los días son largos para disfrutarlos, además es una época ideal para hornear: la calabaza, las especias, las manzanas,…son los ingredientes estrella y algunos de mis favoritos.

Los frutos secos también los tengo siempre en el listado de ingredientes de esta época, se empiezan a encontrar las almendras, nueces y avellanas más frescas y además, se mantienen sin problema en la despensa, por aquí, en los meses de verano es un poco más complicado almacenar estos ingredientes. Además de utilizar el fruto seco en sí, siempre, siempre, opto por añadir las cremas que intensifican muchísimo el sabor, son perfectas tanto para cremas como para masas.

Además es el momento de «sacar a pasear» todos los moldes otoñales: las calabazas y las hojas piden paso, uno de mis moldes favoritos, es la corona otoñal de Nordic Ware (aquí), la hago con todo tipo de bizcochos e incluso con algún pan relleno, al tener la forma tan circular se hornear enseguida y queda preciosa.

Los ingredientes para este bizcocho son los habituales a excepción de la pasta de avellanas que es fundamental para hacerlo, es el culpable del sabor tan intenso. A continuación te detallo todos para que no tengas dudas:

Mantequilla: mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
Azúcar: azúcar blanquilla, es la que encontramos habitualmente en cualquier supermercado.
Huevos: huevos de tamaño mediano, siempre a temperatura ambiente.
Pasta de avellanas: la pasta de avellanas es un ingrediente esencial para este tipo de bizcochos ya que intensifica muchísimo el sabor de la masa, es fundamental usar una pasta que sea 100% avellanas y no tenga ningún otro ingrediente. Se puede usar para hacer ganache de chocolate, «nutella casera» o para cualquier otra preparación. Mi favorita es esta de avellanas tostadas (ver aquí).
Pasta de vainilla: para mi es fundamental en cualquier receta, la utilizo como base y mi favorita es la pasta de vainilla de Sosa que puedes ver aquí.
Avellanas tostadas: yo las compro directamente tostadas y solo tengo que picarlas con un cuchillo, pero si prefieres comprarlas frescas, puedes tostarlas unos segundos en una sartén para que saquen todo su sabor.
Polvo de hornear: es la levadura royal de toda la vida, es el impulsor más común para los bizcochos.
Sal, sal común.
Yogur griego, me encanta utilizar el yogur tipo griego para los bizcochos, siempre sin azúcar.
Harina de trigo, si podéis utilizad una de buena calidad, hay mucha diferencia según el fabricante, las más baratas suelen tener mucho grumo y necesitan que las tamices.
Pepitas de chocolate, son el tipo de gotas que no se derriten al hornear, así encuentras trocitos de chocolate en cada trozo de bizcocho.
Azúcar glas antihumedad: este azúcar es fundamental para decorar bizcochos, espolvoreas sobre el bizcocho y este no la absorbe. Puedes comprar el azúcar antihumedad aquí.

Bizcocho de avellanas

Receta de bizcocho de avellanas

Ingredientes

225 g de mantequilla

230 g de azúcar

4 huevos

1 cucharadita de pasta de vainilla

1 cucharada de pasta de avellanas

150 g de avellanas tostadas

165 g de harina de trigo

1,5 cdta de polvo de hornear

0,5 cucharadita de sal

125 g de yogur griego

50 g de pepitas de chocolate

30 g de avellanas troceadas

cucharada extra de harina

azúcar glas antihumedad para decorar

Elaboración

Precalienta el horno a 180ºC calor arriba y abajo.

Prepara un molde tipo rosco de unos 25 cm de diámetro con spray antiadherente, si usas uno de NordicWare, yo he usado el molde Autumn Wreath (ver aquí), es importante que pinceles el molde para asegurarte que absolutamente toda la superficie interior tiene grasa, así no se pegará.

Primero hay que convertir las avellanas en harina, para ello, tritura las avellanas con la harina hasta obtener un polvo, yo lo he hecho en thermomix en velocidad 8 durante unos 30 segundos. Mézclalo en un bol con el polvo de hornear y la sal. Reserva.

Bate con unas varillas la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla esponjosa y blanquecina.

Añade los huevos 1 a 1 y bate bien para que queden totalmente integrados.

Añade la vainilla y la pasta de avellanas y mezcla suavemente.

Añade la harina y el yogur de forma alterna, la harina en tres veces y la nata en dos, bate hasta que quede una masa densa y muy aterciopelada.

Por último, mezcla la cucharada extra de harina con las pepitas y las avellanas troceadas, viértelas en la masa y mezcla con una espátula con movimientos envolventes para que quede bien distribuido.

Vierte la masa en el molde y distribúyela uniformemente.

Hornea durante 50-60 minutos.

Pasado este tiempo, saca del horno, deja que enfríe unos minutos y desmolda sobre una rejilla.

Cuando esté totalmente frío, espolvorea con azúcar glas antihumedad y lo tienes listo para tomar.