Es temporada de mangos, y aquí, en la Costa del Sol, tenemos la suerte de tener producción de cercanía y disfrutar de unos mangos deliciosos, ni os cuento que en mi familia además de esto, tenemos la suerte de que mis padres tengan alguno sembrado en el jardín y entonces los cogemos en su punto justo de madurez directamente del árbol.

Aún así, siempre se juntan todos los mangos relativamente a la vez así que tenemos que buscar formas de utilizarlo. Cada años hacemos varios kilos de mermelada de mango que congelamos y luego disfrutamos todo el año; también los uso para ensaladas como la de quinoa con garbanzos, hierbabuena y pepino o el tartar de atún, y como no, cada años hacemos algún postre. Este año ha caído este bizcocho con crumble de avena y coco.

Me encantan este tipo de pasteles: un crumble crujiente con fruta asada y una base tierna de bizcocho, para mí, no existe mejor bocado, si además aprovechas y le pones un poco de nata montada o una buena bola de helado tienes un postre perfecto.

¿Qué utensilios necesitas para el crumble de mango?

Molde rectangular (este), yo he utilizado unos de 30 x 22, lo ideal es usar este o uno de medidas muy parecidas, si aún no tienes un molde rectangular te animo a que te hagas con uno, son fundamentales para hacer bizcochos de este tipo, brownies, asados, lasañas,….son muy versátiles para todo tipo de horneados.
Spray antiadherente, (aquí)
Rejilla Rectangular (aquí) una rejilla de este tipo es fundamental si horneas bizcochos, pizzas, tartas de hojaldre y galletas, permite colocarlo a lo largo y que enfríe regularmente sin alterar su forma.
Kitchen Aid (aquí), es el robot por excelencia para la repostería, aunque tiene tantos accesorios para cocinar que ya es uno más en la cocina. Para mi no hay masas de bizcocho tan buenas como las amasadas en este robo.
Varillas, si no tienes KitchenAid necesitas unas buenas varillas, mis favoritas, estas de Oxo (aquí), con el mango suave pero las varillas muy firmes.

¿Qué ingredientes necesitas para esta receta?

Azúcar: vas a necesitar tanto azúcar blanquilla como moreno, una aporta el dulzor puro y otra un punto más a caramelo que me encanta en los bizcochos con fruta.
Mantequilla: se utiliza mantequilla sin sal y a temperatura ambiente, ideal para que puedas batirla con el azúcar y quede perfectamente integrada.
Huevos: huevos de gallina, a ser posible ecológicos o de gallinas criadas en libertad, aunque nutricionalmente son iguales que los normales, los ecológicos aportan un color y una textura diferente. Siempre en tamaño M.
Yogur griego: es un yogur con un porcentaje de grasa superior al normal, lo puedes sustituir por ricotta o por nata fresca.
Vainilla (aquí): siempre uso pasta de vainilla, mi favorita es la de Sosa, para mi tiene el punto justo de semillas y muy poco dulzor.
Canela en polvo: la especia dulce que más utilizo, va bien con cualquier bizcocho de frutas.
Sal: la sal común que es necesaria para intensificar todos los sabores, además ayuda a la estructura de la masa y mejora la conservación.
Harina de trigo: harina de trigo común, a mi me encanta esta de El Granero, también puedes utilizar otras, si encuentras mucho granillo es mejor que la tamices.
Harina de avena: ya sabéis que me encanta la avena y el toque de harina de avena en un bizcocho más, es un cereal con un sabor suave y dulce que facilita la digestión.
Coco rallado: el compañero ideal para el mango, son dos ingredientes que dan el toque tropical a esta receta.
Bicarbonato de soda: un leudante necesario para que esta miga suba correctamente, la fruta da mucho peso y el polvo de hornear necesita un poco de ayuda.
Polvo de hornear: lo que conocemos comunmente con levadura royal, imprescindible en los bizcochos clásicos.
Mango: en mi casa nunca faltan los mangos, además tenemos la suerte de tener algún árbol que otro y es habitual que den fruto a la vez, así que hay que buscar recetas donde utilizarlo, esta es ideal para ello. Coge el mango maduro pero entero, debe tener el punto perfecto para aportar dulzor pero que aún tenga esa acidez tan característica de esta fruta.

Bizcocho crumble de mango

Receta de bizcocho crumble de mango

100 g de azúcar blanquilla

80 g de azúcar moreno

175 g de mantequilla

3 huevos M

160 g de yogur griego

1 cucharadita de pasta de vainilla

1 cucharadita de canela en polvo

1/4 cucharadita de sal

240 g de harina de trigo

60 g de harina de avena

1 cucharadita de bicarbonato de soda

1 cucharadita de polvo de hornear

1 mango grande

-Para el crumble

70 g de harina de trigo

75 g de azúcar moreno

40 g de copos de avena

20 g de coco rallado

1/4 cucharadita de sal

80 g de mantequilla

Primero hay que preparar el crumble, para ello, pon todos los ingredientes en un bol y mezcla con las manos desmigando la mantequilla y a la vez mezclando con el resto de ingredientes, así, hasta que obtengas unas migas finas. Reserva.

Precalienta el horno a 180ºC.

Prepara un molde rectangular de 22 x 30 centímetros como este (ver en tienda), la medida es aproximada, puede ser un molde que tenga una medida parecida. Pulveriza con spray antiadherente (ver aquí) y acomoda sobre toda la superficie papel de horno, así te aseguras que no se pegará y desmoldará fácilmente.

Pela y corta el mango en daditos de 2 centímetros aproximadamente. Reserva.

Mezcla en un bol la harina de trigo, harina de avena, el bicarbonato, el polvo de hornear, la sal y la canela en polvo. Reserva.

Bate con unas varillas, o con la pala K si utilizas la batidora de pie de Kitchen Aid, la mantequilla con los azúcares hasta obtener una crema blanquecina y esponjosa. Añade los huevos y la vainilla y sigue batiendo hasta que estén totalmente integrados.

Añade la mitad de la harina, mezcla suavemente, añade el yogur griego y mezcla hasta obtener una masa homogénea. Añade el resto del harina y mezcla con una espátula hasta que esté totalmente integrado.

Vierte la masa en el molde, pon los trozos de mango en la superficie distribuidos regularmente y por último, coloca el crumble sobre la fruta.

Hornea durante 45-50 minutos o hasta que el bizcocho esté perfectamente cocido, para ello, pínchalo con una aguja de cocción una vez pasado este tiempo, si sale limpia, está perfecto, si no, baja la temperatura del horno a 160ºC y deja unos minutos más hasta que esté listo.

Saca del horno y deja que enfríe unos minutos en el molde, después, desmolda y deja que enfríe totalmente sobre una rejilla.